Gira



Foto que no sirve



Deja de aparecer.

 ¿Justo ahora cuando los rasguños no  importan? ´

Me pregunto qué esperas, qué ganas buscando una mirada que ya no te desea.

Deja de atormentarme.

Deja de manchar mis sábanas con son tus caricias inmundas, con las palabras que no esperaba, con los suspiros que quería escuchar.

Deja de aparecer dando explicaciones, inventando excusas, buscando hundirte en la sangre que contengo con las manos.

Ve donde te esperan, ve desde donde me arrojaste.

¿Todo acabó?

 Dime que todo acabó.

La sensación... el asco.

Que los mañanas se acaboron, dí que lo lamentas, que el destino, que las estrellas, que el odio, que las promesas.

Dí que se acabaron.

Intocable

Cerca, mucho más cerca.
 Ven.
 Sigue, sigue suave, más suave.

Bella Idiota

 Camilla d'Errico

Eres como ella. Sí, la que va con el mejor postor, con cada postor. A la que nada importa mientras cada joya llegue, la que paga con su sonrisa y los ojos de los que inevitablemente quedas prendido.

Eres como ella. A la que se ama demasiado, la que no es persona, a la que mis sentimientos jamás le importarían, porque no sabes cómo se siente eso, no sabes cómo se siente, no sabes sentir.

Eres como ella. Bella.

Adoración

No me dejes de sonreir.

Que tus manos  sigan empujando mi espalda,

que tus labios tibios sigan respirando en mi nuca.

Ilumina los senderos que mi sangre conoce de memoria

y que sus manos frías ahuyenten los males que el tiempo susurra.

Quédate conmigo.

Quédate en la piel que haces marchita, quédate en los cantos

 y nuestros brazos intentando tocarte.

Silencio

Silencio...
     Una pausa para recordar a un muerto,
     para enaltecer sus obras buenas.

Silencio...
     Para escuchar tus pensamientos,
     para acariciar tu cuertpo,
     enhebrar un beso.

Silencio...
     Nada más eso preciso
     para saber que me recuerdas.

Silencio...
     Y la voz calmada,
     refrescan todo si estás cerca...
     sin hablar me hablas.

(Si acaso el alma hablara lo diría con silencio)

- Sergio Balut

 Y entonces cómo no recodarte.

Sé que no son necesarias las explicaciones, es solo que a veces necesito repasar una y otra vez tus miradas, tus gestos, las palabras que usaste a ver si así algo se queda en mí, a ver si así algo podría pertecerme.

Sé que no es necesario, pero me encanta escucharte nervioso, inventado sonrisas; mitiéndome.

Juglar

Solo dijo sí y comenzamos a decir cosas absurdas. Esta vez no fue necesario un presentador, un intermediario, solo nuestras risas y mis manos tibias.

Por primera vez me pidió que siguiera, que mantuviera la risa en nuestros labios cansados. Dijo que el calor de la música no era suficiente y me pidió que me acercara, que llenara los vasos e hiciera como que nadie nos estaba buscando.