viernes, 31 de agosto de 2012

Te amo



-Hola
-Ho-Hola… - respondió con sueño y aturdida
-¿Cómo estás?
-Estaba bien, durmiendo
-¿Te molesta que llame?
-No, pero son las… 4.30 am – dijo riendo y sentándose en la cama
-¿De verdad? No pensé que fuera tan tarde- Respondió entre risas- Y fuera de estar mal por la hora, ¿cómo estás?
-Bien, han sido días tranquilos. ¿Y tú?
-Bien.

Se produjo una pausa larga, de esas incómodas.

-Deberías estar aquí- Le dijo casi suspirando
-¿Por qué?
-El cielo está despejado, se ven tantas estrellas, la luna enorme, el viento…
-Hermoso…  pero estamos muy lejos.
-¿Me has extrañado?
-¿Tú qué crees?
-No lo sé.
-Sí, ha sido extraño no verte. ¿Y tú a mí?
-Mucho-y otra vez silencio- Esta es una de esas noches como las que hablábamos ¿recuerdas?
-Sí.
-¿Ves? Deberías estar aquí, te has pedido mucho- En su voz se notaba cada sonrisa- ¿Sigues ahí?
-Sí, sigo acá… pero debería estar allá, contigo.
-Cuando vuelvas vendremos juntos.
-Me encantaría-y un silencio mientras sonreían.
-¿Ana?
-Dime
-Te amo
-Dímelo cuando vuelva…
-Lo sé, lo sé. Es solo que- que no podía…
-Es tarde.
-Nos vemos pronto- respondió luego de una pequeña pausa
-Sí, en días. Cuídate
-Descansa.


Y ahora mi confesión.
De inmediato recordé esto. Fue el mismo díalogo corto, digno de que lo ame y lo repita. No, no estaba en mis planes. ¿La espontaneidad podría ser una maldición? No me alcanza para negar que lo pensé antes, que lo pensé muchas veces y llegué a varias conclusiones, aun no decido cuál es mejor, pero fueron varias.A veces no entiendo bien la confusión. La sorpresa sí, lo inesperado... ¡y salvada por la campana !  Pero terrible e innegable. Yo sé cómo es, cómo se siente, cuanto tiempo necesita, cómo surge de la nada, cómo después no importa, cómo se destruye de un momento a otro y cuánto cuesta para que se pase. Yo sé todo eso, ¿entonces? Tal vez me acutumbré a repartirle a ella todo lo que sentía y las cosas se me confunden un poco. Como diría mi gurú, yo debería pensar menos, cuestionar menos; sentir y disfrutar más.Creo que temía por sus palabras, pero -sí- lo subestimé. ¿Ahora soy yo la que corre peligro? ¡Oh por Dios! No, gracias; no ahora, no sé si mañana. Y en lugar de molestarme, me encanta. ¡Tan correcto! ¿Tan correcto? El beneficio de la duda... para esta tarde, para mañana y para los días que vengan. Entonces, ¿espontaneidad? Sí.Por un momento no quise retractarme, mucha importancia a un detalle, ¿no? Pero después pensé que era en verdad justo y necesario. "Lo siento", como corresponde, un error lo comete cualquiera, sobre todo yo, con las confusiones y travas constantes, con el temor que me impusieron tener y que de alguna forma me ayudan a conciliar el sueño. ¿Será ese olor? No sé. Fue doloroso, pero asumo ya que ahora es suyo. ¿Entonces? Entonces me equivoqué, hice lo que temía, lo que no estaba planeado. No significa que las cosas cambien, solo confirma mis desfectos risorios. Entonces... Entonces me encanta, como hace 8 horas, pero no como hace 8 meses. Entonces quiero que se quede, porque el frio es mucho y a veces me duele caminar, porque se siente bien respirar de esta forma, respirar como sentir, por supuesto... otra vez, otra vez, ¿para que pase todo otra vez? No, eso para la otra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario